Historia de mujeres. Shirley: MIOMAS y CREATIVIDAD
Los miofibromas son tumores
benignos del útero. Se desarrollan en diversos lugares sobre y dentro de la
pared uterina o en la cavidad uterina. El sistema habitual para calcular
el tamaño de un miofibroma es comparar el tamaño del útero con el que tendría
en las diversas etapas del embarazo. Así pues, a la mujer se le dirá que tiene
un miofibroma del tamaño de 14 semanas si tiene el útero del tamaño que tendría
si estuviera embarazada de 14 semanas. Los miofibromas están formados por
tejido duro, blanco y cartilaginoso de una forma parecida a la de una concha. Están presentes en un
Caroline Myss explica que los
miofibromas representan la creatividad que nunca nació, en la que
se cuentan las imágenes
«fantásticas» de nosotras mismas que nunca han visto la luz del día y los secretos
creativos de nuestros otros «yoes». También se producen cuando estamos
desperdiciando energía
vital, por ejemplo en
trabajos sin futuro o en relaciones que están acabadas. A las mujeres que
tienen
miofibromas les pido que
mediten acerca de sus relaciones con otras personas y en cómo expresan su
creatividad. Estos tumores suelen ir asociados a conflictos con la
creatividad, la reproducción y las relaciones.
Shirley, una enfermera de 45 años,
llevaba un tiempo con menstruaciones
irregulares y muy abundantes cuando le encontré un pequeño miofibroma al
hacerle el examen anual. Un año antes había estado en tratamiento por un
desorden de la alimentación y codependencia. Cuando le diagnostiqué el
miofibroma estaba en medio de un cambio profesional, tratando de decidir si
dejaba un puesto directivo sofocante pero lucrativo.
Le recomendé que siguiera una
dieta pobre en grasas y rica en fibra y se aplicara compresas de
aceite de ricino. También le
pedí que pensara en lo que en realidad deseaba hacer, lo que hallaba realmente
satisfactorio. Cuando lo pensó, se dio cuenta de que su creatividad estaba
ahogada en su trabajo.
Le preguntó a su cuerpo qué
quería decirle y le pidió que se lo revelara en sueños o meditaciones. Al
cabo de varios meses me dijo:
«He aprendido a rodearme de amor y una energía sanadora durante las
aplicaciones de compresas de
aceite de ricino, las meditaciones y la terapia».
Hizo sesiones de Reiki, que
es un tipo de tratamiento energético similar al toque terapéutico que
implica sanar con las manos.
Dos semanas después de su visita, me contó: «Tuve una visión: la masajista
me levantaba del abdomen una
cosa parecida a un bolo y me decía que lo extrajera. Lo que saqué era
como uno de esos erizos que
se pegan en los calcetines en el bosque; tenía exactamente cuarenta y cinco
pinchos [Shirley tenía 45
años]. Esa aparición, el erizo, me representaba a mí misma con mi manera de
aferrarme a las cosas de una
forma no sana. Simbolizaba mi apego al trabajo y a las personas por medio
de las cuales trataba de
encontrar satisfacción. Mis sueños y meditaciones me hicieron comprender que
el tumor uterino era una
manifestación física de mi creatividad sofocada, que jamás podría expresar plenamente
a través de mi dependencia de los demás. Durante mi proceso de sanación
emocional y física, el
miofibroma se redujo de
tamaño y fui conducida a un trabajo más creativo y gratificante que implicaba
la atención directa a
enfermos». En el examen de seguimiento, al cabo de tres meses, comprobé que
tenía
el útero mucho más pequeño y
no encontré ningún miofibroma.
Christiane Northrup- Cuerpo de Mujer, Sabiduria de Mujer
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